Un perro llamado Duke ha sido elegido alcalde en una pequeña localidad de Minessota (Estados Unidos).
El nombramiento del can ha sido honorífico, aunque la historia sigue siendo de lo más extraña. La elección de Duke fue decisión de 12 residentes de este pequeño pueblo estadounidense, que tuvieron derecho a emitir su voto tras pagar un dólar.
Duke ha pasado a ser el sustituto en la alcaldía honorífica del pueblo de Cormorant de Robert Tufts, un niño de apenas cinco años que decidió renunciar a su mandato tras casi dos años en el cargo.
El perro también contará con un salario, eso sí, un poco peculiar: una tienda local se ha comprometido a pagarle con galletas gratis durante todo un año.
Los vecinos de la localidad están orgullosos de su nuevo alcalde, aseguran que Duke ayudará a evitar la inseguridad ciudadana y también hará que los coches no superen el límite de velocidad.