Todos recordamos las cabinas telefónicas en las esquinas mas transitadas de nuestra ciudad o pueblo, si bien con la llegada de la telefonía celular el uso de estas cabinas ya están casi obsoletos, pues casi todos cargamos con teléfono móvil haciendo mas fácil la comunicación a corta y larga distancia.
Pues bien en España La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sugiere que las cabinas finalmente desaparezcan, como ya hicieron las guías telefónicas y el servicio de consulta telefónica sobre números de abonado, y como ya recomendó en 2016. sin embargo, antes les concedió una prórroga hasta 2019, y después decidió atrasar la decisión sobre su destino hasta que se trasponga el Código Europeo de las Comunicaciones Electrónicas, un trámite por el que todavía falta más de un año.
Cerca de 15.000 cabinas telefónicas en toda España estaban en 2018. La CNMC detalla que los ingresos procedentes de este servicio, “en declive y de baja rentabilidad”, han sufrido una “clara disminución”. Al punto que desde 2013 el margen del servicio es negativo y sus costes, “si bien se han reducido, no lo han hecho en la misma cuantía que los ingresos”, reza la nota publicada este jueves.
El organismo señala que el coste neto del servicio universal de las cabinas ha aumentado con fuerza, de los 2,7 millones de 2015 a los 4,5 millones en 2016, a diferencia de los otros componentes de este servicio que se han movido en la dirección opuesta. “Los incrementos de coste neto observados en 2015 y 2016 se deben, por una parte, a la reducción general de márgenes, por el menor tráfico cursado, lo que indica la baja rentabilidad del servicio”.
Su escaso uso también lo reflejar la falta de iniciativa privadas en este segmento y la elevada penetración de la telefonía móvil, que a finales de 2017 alcanzaba el 112,9%, es decir que había más líneas móviles que habitantes.
Pese que la telefonía todavía mantienen el servicio activo en las cabinas que todavía se encuentran en la vía publica, ya se han desistanlado poco a poco a aquellas que superan el mínimo que requiere la regulación, tal y como señala el informe realizado por la CNMC a petición de la Secretaría de Estado para el Avance Digital (SEAD).
Este estudio, que analiza también el servicio de conexión y el servicio telefónico básico, identifica los casos en que estas prestaciones podrían no quedar aseguradas mediante el libre mercado y es un paso previo a la licitación que debe realizar la SEAD de cara a la prestación del servicio universal a partir del 1 de enero de 2020.
Fuente. EL PAÍS