Así son los ‘gadgets’ del futuro

Las pantallas táctiles de Minory Report, los auriculares inalámbricos de Fahrenheit 451 o las videollamadas de Star Trek… La tecnología futurista con la que fantasearon hace décadas tantos autores ha traspasado la frontera de la ciencia ficción para convertirse en un imprescindible de nuestra vida cotidiana. Las firmas de tecnología no solo han conseguido materializar todos esos prototipos, los han mejorado hasta el punto de que casi nos resulta imposible vivir sin ellos. Ya nos lo advertía Arthur C. Clarke en su novela 2001: Una odisea espacial: “La realidad, como siempre, será más extraordinaria”.

Igual de fascinante es el escenario que nos plantea ahora Samsung, uno en el que es posible conectar todos sus dispositivos en una experiencia que va más allá del diseño o el entretenimiento. El ecosistema Samsung Galaxy es un caso de funcionalidad e innovación. ¿Un ejemplo? Si en la novela que escribió Erich Fromm en 1888, Mirando atrás, adelantaba como los ciudadanos del milenio utilizarían una tarjeta de crédito cuando querían adquirir algo, en el caso de Samsung Galaxy ni las tarjetas ni el metálico son ya necesarias. Se puede pagar de forma inalámbrica y sin ningún tipo de riesgo desde el móvil o el reloj Samsung Watch Active.

La clave está en la conectividad y la seguridad. Conscientes de lo importante que es mantener a salvo nuestra privacidad, sobre todo cuando nos conectamos a tantas redes diferentes y compartimos tanta información, la marca ha desarrollado Samsung Knox, una plataforma con mecanismos de seguridad y defensa superpuestos que protegen el dispositivo de intrusiones, malware y otras amenazas maliciosas. Se integra en la etapa de fabricación de cada uno de los aparatos de Samsung para que esté listo en el instante en el que se empieza a utilizar.

La pieza central de este ecosistema es su nueva generación de móviles inteligentes Samsung Galaxy S10. No solo su diseño es revolucionario, con una pantalla de calidad cinematográfica cortada a láser, también la tecnología que incorpora remite a la inteligencia artificial que auguraba el cine.

La particularidad de los Samsung Galaxy Buds está también en la ausencia de cables y una batería con una autonomía de nueve horas para aislarte del mundo con tu música sin que te pierdas nada a tu alrededor. De hecho, estos auriculares tan compactos han sido creados por especialistas en sonidos de AKG, logrando una calidad sonora que te traslada directamente a un concierto en vivo. También la tecnología del micrófono dual tiene en cuenta el entorno, permitiendo cambiar el micrófono interior al exterior para aislar cualquier ruido de tu conversación.

La otra joya del ecosistema Samsung, en el sentido más literal, es Galaxy Watch Active, un reloj deportivo que podría ser perfectamente heredero de aquel que lucía James Bond en Octopussy. Con conexión bluetooth y la capacidad de dictar mensajes, la mayor característica de este gadget es que cuida de ti. Para mantenerte siempre activo y motivado, su sistema Daily Activity emplea varios sensores de movimiento que registran de forma automática tus ejercicios para que te concentres solo en el deporte y cumplas tus metas diarias.

De estilo discreto y ligero, Galaxy Watch Active incluye diferentes esferas y correas personalizables para combinarlo con tu estilo. Porque en el ecosistema Samsung Galaxy no solo los dispositivos están conectados entre sí, el gusto por el diseño impecable y los colores pop es el mantra de este universo.

Fuente. EL PAÍS

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