La educación primaria que se imparte en la India, reconocida como una de las mejores del mundo, agregó una nueva materia que el gobierno considera crucial para el futuro del país: la clase de la Felicidad.
Se trata de una asignatura justo al inicio de la jornada electoral, cuando durante 45 minutos los niños no repasan libros de matemáticas o historia ni muestran sus tareas del día anterior al profesor, sino que reciben lecciones sobre autocuidados, salud mental, meditación e, incluso, terapia de la risa.
La clase sobre cómo ser feliz es un programa piloto que inventó el ministro de Educación, Manish Sisodia, quien se hizo famoso en 2011 por su protagonismo en un fuerte movimiento social contra la corrupción. Sisodia es hijo de un maestro, de quien aprendió sus métodos poco ortodoxos para educar a niños y jóvenes.
Las clases también incluyen conversar sobre figuras nacionales e internacionales que inspiran a mejorar la calidad de vida, escuchar música y ejercicios en los que los niños deben visualizar lo que les hace felices y cómo hacer que ese estado mental permanezca con ellos.
De acuerdo con el gobierno de la India, el objetivo general es muy sencillo: hacer de la India la cuna de las mejores mentes académicas y, al mismo tiempo, de las personas más felices de mundo.
Excelsior