El perro de esta familia parece haberse confundido de identidad y actúa tal y como lo haría un gato, subiéndose a todo tipo de superficies altas, e incluso, dejando de ladrar.
Bethany Castiller, de 21 años, de Mount Pleasant, Carolina del Sur, se dio cuenta de que a su perro, Mako, le encanta sentarse en las encimeras e incluso ha descubierto la manera de hacerlo también sobre el frigorífico.
Al parecer, Mako actúa como el gato de la familia, de nombre Pecan, lo que ha llevado a los Castiller a preguntarse si, antes de que lo adoptaran, el perro hubiera estado conviviendo entre gatos.
Lo cierto es que viéndolo actuar, Mako podría confundirse con sus amigos felinos, pero su tamaño, sin duda, sería el que lo delataría.
Excelsior