Basada en hechos reales, entrevistas con testigos y toda la evidencia que salió a la luz cuando se atrapó al asesino serial, la serie cuenta la historia de Jeffrey Dahmer, un hombre nacido en 1960 en Milwaukee que secuestró, torturó, abusó sexualmente y finalmente devoró a 17 hombres y niños en la década de los 80.
Aunque nació en Milwaukee, a los 6 años se mudó a Ohio, en donde se dice que tuvo una infancia difícil al ser testigo de la lucha de su madre contra la depresión. Su padre era químico, quien pudo haber sido la fuente de la fascinación de Jeffrey por las disecciones y los temas científicos para tratar distintos materiales, sustancias y carne.
Durante la secundaria, Jeffrey desarrolló un fuerte problema de alcoholismo, al mismo tiempo que lidiaba con el descubrimiento de su sexualidad como persona homosexual. Su primera víctima ocurrió en 1978, cuando tenía sólo 18 años. Jeffrey recogió a Steven Hicks en la carretera para darle un aventón y nunca se volvió a saber de él.
Los asesinatos aumentaron a finales de los 80, y cuando al fin se descubrió al responsable y todo lo que hacía, se generó una gran conmoción. Jeffrey no sólo mató a una gran cantidad de personas, sino que además su proceder era cruel e inimaginable.
Él mismo confesó que practicó pedofilia, necrofilia y canibalismo con sus víctimas. A muchos de ellos los descuartizaba y se comía los restos, incluso llegó a regalar comida a sus vecinos, y se presume que estaba hecha con carne humana.
Evan Peters es el actor encargado de dar vida en la serie a este asesino serial y lo hace de manera excepcional, tanto que ha logrado mantener al público enganchado en cada capítulo hasta terminar la serie, la cual por cierto está perfecta para maratonear el próximo fin de semana.
Estilo DF
