Los Guardianes de la Galaxia fue solo un calentamiento. Hace dos años, el guionista y director James Gunn y su adorable banda de desadaptados espaciales malhumorada y de múltiples matices parecían una apuesta arriesgada para los terrenales Marvel Studios y sus planes de dominar los multicines. Star Lord no era exactamente un personaje famoso, como tampoco lo era el actor Chris Pratt.
Con el estreno de Guardianes de la Galaxia Vol. 2, que llega a las pantallas estadunidenses este viernes, la historia es muy diferente.
Guardianes de la Galaxia fue un gran éxito a nivel de críticas y financiero, recaudando más de 773 millones de dólares a nivel mundial; Pratt se convirtió en un astro internacional y Gunn recibió luz verde para que hacer lo que quisiera una vez más: un Vol. 2 tan raro y salvaje e idiosincrático como lo permitiera su imaginación.
Muchos críticos ya han dicho que el Vol. 2 es mejor que el uno; el monosilábico Baby Groot ya es un éxito, y la película parece encaminada a recaudar entre 140 y 150 millones de dólares en su fin de semana de estreno.