No andaba muerto, solo estaba de parranda. Esta típica frase que todos hemos escuchado aplica muy bien para la siguiente historia.
Y es que una familia residente de la aldea Gesikan, Indonesia, sepultó a un hombre de 40 años llamado Sunarto, quien había sido declarado muerto tras un accidente de motocicleta el lunes pasado en el distrito de Brondong.
Siete horas después del funeral la familia se llevó una gran sorpresa cuando Sunarto llegó a su casa como sin nada hubiera pasado.
Como era de esperarse, el susto fue enorme, pero después se aclaró la situación.
Resulta que el jefe de la policía local cometió un error. Como el fallecido en el accidente no llevaba documentación y estaba irreconocible se guio por el registro de la motocicleta, la cual, efectivamente, estaba a nombre de Sunarto.
Al enterarse de los hechos, el hombre decidió ir a su casa para avisar que todo estaba bien, según informan medio locales.
¿Y por qué otra persona tenía su vehículo? Porque estaba endeudado con Wariim, nombre del muerto, y como garantía de pagó le dejó su moto desde hace tres meses.
La familia de Warrim solamente cambió el nombre indicado en la lápida.
Excélsior
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