Si bien es una realidad el hecho de que todos, o casi todos estamos al pendientes de nuestras redes sociales, el trabajo, las tendencias o todo lo que podamos ver desde nuestro dispositivo móvil, debido al exceso de uso de este dispositivo, los humanos estamos desarrollando una especie de cuerno en nuestra nuca.
Este hueso crece por la posición que el ser humano emplea para mirar el celular, con la cabeza un poco inclinada hacia adelante, debido a que ejerce fuerza y tensión para mantener esta postura. Este fenómeno fue descubierto por un equipo de investigadores de la Universidad de Sunshine Coast, en Australia.
La investigación del doctor David Shahar y el profesor asociado Mark Sayers fue publicada en el Journal of Anatomy en marzo de 2016, ahora por un reportaje de investigación sobre cómo la vida moderna está transformando el esqueleto humano de la BBC el caso resurgió a la luz.
Si quieres comprobar si estás afectado y tienes esta protuberancia en tu cráneo, presiona con los dedos en la parte posterior del cráneo, justo encima del cuello. Si sientes un pequeño cuerno, eso es. Sufres el problema que se ha denominado como “protuberancia occipital externa”.
Aunque este fenómeno comenzó a investigarse en 2016 después de analizar radiografías de 218 pacientes de edades entre 18 y 30 años. Descubrieron que los adolescentes y jóvenes son los que más padecen esta protuberancia occipital externa.
De esas 218 personas, un 10% ya tenía un hueso de al menos 2 centímetros de largo. El problema afecta más a los hombres (67%) que a las mujeres. El nuevo hueso más largo encontrado fue de 3,6 cm en un hombre y de 2,7 cm en una mujer.
El fenómeno se ha llamado vulgarmente como “cuello de texto”. ya que es derivado de la postura que comúnmente ponemos para leer o ver el dispositivo.
La inclinación hacia adelante para ver las pantallas de los dispositivos genera una exigencia muscular adicional al cuello. Este esfuerzo prolongado provoca que el cuerpo humano construya nuevos tejidos óseos para aumentar el área de superficie que sostiene esta masa.
El doctor australiano David Shahar, autor principal de la investigación, explicó en el artículo: “Mantener esta posición por periodos prolongados de tiempo puede aumentar la presión en la coyuntura donde los músculos del cuello se adhieren al cráneo, y es probable que el cuerpo responda creando nuevos tejidos óseos, lo que origina esa protuberancia.”
Fuente. Telemundo
