Ellos no entendían cómo se había metido, pero al ver que era muy cariñoso grabaron un video en el que le preguntaban qué hacía, mientras él los veía muy amistosamente.
Por dos horas enteras, la pareja le ofreció comida, le hablaron para bajarlo, pero el pitbull se negó.
Ellos decidieron, entonces, irse con el perro y ofrecerle comida y agua dentro de la camioneta. Intentaron averiguar también si el perro era de alguien más, pero no parecía tener otro dueño.
Buddy vive ahora feliz con su familia, ya se baja de la camioneta. incluso hizo pasar un momento muy difícil a sus nuevos dueños.
Poco después de que habían decidido quedarse con él, Buddy se perdió en el bosque. Después de algunos días de buscarlo, finalmente lo encontraron y se dieron cuenta entonces de lo mucho que lo querían, y de la fortuna que habían tenido de que no se hubiera bajado de la camioneta la primera vez.
Excelsior