Si estás metido en tu teléfono después de las 10 de la noche, es posible que aumentes tu riesgo de padecer trastornos del estado de ánimo.
Un nuevo estudio de la Universidad de Glasgow descubrió que un reloj biológico perturbado de 24 horas, típicamente causado por cosas como revisar Facebook a medianoche o levantarse para preparar una taza de té a las 2:00 am, podrían aumentar tu riesgo de depresión y desorden bipolar. También se asoció con una disminución de la felicidad y de la satisfacción con la salud, y un mayor riesgo de padecer soledad.
Los ritmos circadianos son variaciones en la fisiología y el comportamiento que se repiten cada 24 horas, como el ciclo sueño-vigilia y los patrones diarios de liberación de la hormona. Ocurren en plantas, animales y en toda la biología, y son fundamentales para mantener la salud en los humanos, particularmente la salud mental y el bienestar.
Daniel Smith, profesor de psiquiatría y autor principal del estudio, dijo a The Times que un corte a las 10 p.m. con tecnología, puede darle al adulto promedio tiempo para relajarse adecuadamente antes de dormir, por lo tanto, dándoles la oportunidad de establecer un patrón de sueño regular.
Curiosamente, no solo el sueño alterado puede desequilibrar tu ritmo circadiano, también es importante estar activo durante el día e inactivo por la noche, por lo que la sesión de gimnasio nocturna probablemente no sea lo mejor.
“Especialmente en el invierno, asegurarse de salir por la mañana al aire libre es tan importante para dormir bien como no estar en su teléfono móvil hasta tarde”, dijo Smith. “Benjamin Franklin dijo que ‘temprano para ir a la cama y levantarse temprano hace que un hombre sea saludable, rico y sabio’. Hay mucha verdad en eso”.
Estudios previos han identificado asociaciones entre los ritmos circadianos alterados y la mala salud mental, pero estos fueron en muestras relativamente pequeñas.
Para el último estudio, los investigadores analizaron los datos de actividad de 91,105 personas para medir sus ritmos diarios de actividad de descanso (también conocidos como amplitud relativa). Aquellos con menor amplitud relativa tenían un mayor riesgo de problemas de salud mental, independientemente de la edad, el sexo, el estilo de vida, la educación y el trauma de la infancia.
El profesor Smith dijo que este estudio es importante a escala mundial porque “cada vez más personas viven en entornos urbanos que se sabe que aumentan el riesgo de trastornos circadianos y, por extensión, resultados adversos de salud mental”.
