Lo que era un rumor, ahora se convierte en realidad. Venecia alejará a los cruceros del centro histórico y lo que nos preguntamos todos es si esta vez será la definitiva y dejaremos de ver esos monstruos flotantes llegando amenazadores por el Gran Canal. La vista desde ellos es impresionante, no lo negamos, pero el destrozo es aún mayor.
El objetivo es el desviar más de un tercio de los cruceros que ya han reservado entrada en Venecia hacia nuevos puertos para 2020. La discusión lleva más de 15 años y no se han tomado medidas demasiado drásticas todavía, pero la situación se está volviendo poco más que insostenible. Hoteles gigantes flotantes desplazando agua sobre pilares frágiles, deteriorando la belleza de Venecia de manera silenciosa.
Sin contar con el hecho de que el choque del MSC Opera contra otro barco llegando a puerto fue más que un toque de atención para demostrar lo que podría ocurrir si uno de esos “monstruos marinos” (como los llaman los venecianos) perdiera el control entrando por el Gran Canal. Se saldó con lo que podríamos llamar una anécdota, con cuatro heridos leves y varias salidas del buque canceladas por los daños. Creo que todos tenemos la sensación de que la ciudad empezaría a derrumbarse como un castillo de naipes, casa tras casa.