Venecia sin cruceros ¿será esta vez la definitiva?

Lo que era un rumor, ahora se convierte en realidad. Venecia alejará a los cruceros del centro histórico y lo que nos preguntamos todos es si esta vez será la definitiva y dejaremos de ver esos monstruos flotantes llegando amenazadores por el Gran Canal. La vista desde ellos es impresionante, no lo negamos, pero el destrozo es aún mayor.

El objetivo es el desviar más de un tercio de los cruceros que ya han reservado entrada en Venecia hacia nuevos puertos para 2020. La discusión lleva más de 15 años y no se han tomado medidas demasiado drásticas todavía, pero la situación se está volviendo poco más que insostenible. Hoteles gigantes flotantes desplazando agua sobre pilares frágiles, deteriorando la belleza de Venecia de manera silenciosa.

Sin contar con el hecho de que el choque del MSC Opera contra otro barco llegando a puerto fue más que un toque de atención para demostrar lo que podría ocurrir si uno de esos “monstruos marinos” (como los llaman los venecianos) perdiera el control entrando por el Gran Canal. Se saldó con lo que podríamos llamar una anécdota, con cuatro heridos leves y varias salidas del buque canceladas por los daños. Creo que todos tenemos la sensación de que la ciudad empezaría a derrumbarse como un castillo de naipes, casa tras casa.

Las medidas inminentes son que a partir de septiembre los barcos de más de 1000 toneladas serán desviados a las terminales de Fusina y Lombardía. Ambas están aún dentro de la Laguna de Venecia pero alejadas del centro histórico. Se buscará también el feedback de los residentes con las medidas a tomar. Desde luego esta vez parece que va en serio y que de una vez por todas se pretende buscar una solución a algo que ya está durando demasiado tiempo. Al igual que lo que os contábamos ayer de Roma, está claro que el turismo de masas deteriora y que hay que ponerle freno o las obras de arte que se van a visitar, no siempre con ojos y actitudes puras, terminarán siendo cosa del pasado.
También hay otras opciones alternativas para evitar la Guiudecca, ya sea yendo a través de la desembocadura de Malamocco como hacen los petroleros y que se habilite la zona de Marghera que está en desuso. O bien reabrir el canal Vittorio Emanuele, que data de 1922 y que conecta Marghera con la Estación Marítima. La primera de las opciones es la que verían con buenos ojos desde la UNESCO y la segunda la que gusta a las autoridades locales. Se abre el debate.
Fuente. Diario del Viajero

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