Sí, entendemos que para el amor no hay edad, distancias, ni razas, pero lo que te vamos a contar supera todo lo que hayamos escuchado antes.
Michele Kobke está enamorada de un avión Boeing 737-800 desde hace seis años. Lo conoció en el aeropuerto de Berlín y asegura se sintió inmediatamente atraída por sus alas y su inmensa estructura.
Aunque no lo puede ver a diario, espera que esto cambie cuando se case con él en una ceremonia íntima en Países Bajos en marzo.
Quiero que alguien nos case a nosotros y diga: ‘¿Quieres casarte con tu 737-800′? Entonces, yo diré:’Sí’. Nos besaremos y luego podremos estar juntos para siempre”, confesó la enamorada.
La peculiar relación de Kobke con el Boeing es muy inusual, pero no una situación desconocida. Se trata de un ejemplo de objetofilia, una forma de atracción romántica centrada en objetos inanimados particulares.
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