Está de regreso el Muñeco diabólico, ahora con un aspecto más acorde al siglo XXI.
Han pasado 3 décadas desde que este despiadado muñeco creado por Don Mancini, que se convirtió en la pesadilla de cientos de niños, y padres, a finales de los años 80. Batteries not Included era el título original del guión de la primera película de la longeva franquicia pero cuando comenzó la producción, se vieron obligados a cambiar el nombre de la película porque coincidía con el de la película producida por Steven Spielberg.
Tras el éxito de la primera película, se pusieron en marcha sucesivas secuelas, hasta un total de siete. La última de ellas, El culto de Chucky, salió a la luz en 2017.
El realizador Lars Klevberg no quería hacer una secuela más y decidió dejar su propia huella en la saga al poner en marcha un ‘reboot’ de la película original. Aunque respetando el título de la primera cinta, Muñeco diabólico, Klevberg tenía muy claro que sí quería darle su toque personal. Y qué mejor forma de hacerlo que renovando el aspecto del diabólico muñeco. Para ello, ha contado con el especialista en efectos visuales, Todd Masters, quien a través de su compañía, MastersFX, ha conseguido crear un juguete totalmente novedoso, pero igual de aterrador.
“Es algo totalmente diferente. Creo que la gente lo entenderá cuando lo vea. El primer muñeco fue originado por otro motivo (…) No podíamos hacer el mismo diseño. Los fans lo querían. Pero lo siento, no estaba en las cartas. Tenía que tener un diseño nuevo por varias razones. Y si no gusta, supongo que no será únicamente por el muñeco”.
Así explica el propio Masters el porqué de una decisión que ha sido criticada por varios amantes del clásico de terror. El especialista en efectos visuales, cuenta que la nueva versión de Chucky tiene inteligencia artificial, y la razón por la que enloquece tiene relación con la tecnología, y poco tiene que ver con la de la cinta que en 1988 dirigió Tom Holland. El motivo en concreto, no te lo contamos, y te animamos a que los descubras por ti mismo en la película que ya está en los cines españoles.
Para crear al nuevo Chucky se utilizaron siete muñecos diferentes, con una compleja estructura interna formada por numerosos animatronics, diseñados para que pudiera mover todas las articulaciones. A su vez, esta estructura estaba cubierta por un exoesqueleto de plástico y una capa final elaborada con espuma de látex para dar ese aspecto de piel humana. Las cabezas de estas figuras son intercambiables, al igual que las manos, mientras que los ojos se incorporaron de forma digital.
Pero Todd Masters no quería desvincularse totalmente del muñeco original, y ha asegurado que añadió varios guiños a su juguete como homenaje al creado por Kevin Yagher para la cinta de Holland. Entre ellos, cabe destacar la cabeza, creada casi con los mismos materiales. Sin duda, el equipo, formado por unas 40 personas y liderado por Masters, ha hecho un trabajo muy delicado y preciso, al que llegaron a dedicar jornadas de 24 horas, durante las ocho semanas de preproducción.
Además de su nuevo rostro, Chucky también estrena voz. Brad Dourif, quien se ha encargado de doblar al muñeco en todas las películas de la franquicia, ha sido sustituido por Mark Hamill. El protagonista de Star Wars ha confesado que se sintió “intimidado” y con una “enorme responsabilidad” cuando supo que iba a poner voz a un personaje tan mítico como Chucky, porque ha reconocido ser un gran fan del Brad [Dourif].
En esta ocasión, la protagonista de la cinta, Karen (Aubrey Plaza), una madre soltera, elige al siniestro muñeco como regalo para el cumpleaños de su hijo pequeño Andy (Gabriel Bateman). La llegada del nuevo juguete coincide con una serie de asesinatos, todos ellos relacionados con Andy. El agente Mike Norris (Brian Tyree Henry) es el encargado de investigar estos misteriosos crímenes, que no parecen obra de un simple muñeco.
