Después de unas semanas de juicio, la justicia autorizó a Maurice (el gallo) seguir cantando.
De acuerdo con información de AFP, Maurice ganó el juicio y los demandantes tendrán que pagar a Corinne Fesseau (la dueña) mil 100 dólares por daños y perjuicios.
Maurice se ha convertido en una figura local y contaba con el apoyo incluso de las autoridades. El acalde de Saint Pierre d’Oléron, Christophe Sueur, condenó la demanda e indicó que en el pueblo “siempre hemos vivido con huertos, gallineros y tenemos una vida bastante tradicional”.
Este curioso proceso judicial no es el único en Francia, ya que está previsto que en octubre un tribunal de la comuna de Dax, departamento de Landas, revise el caso de unos gansos y patos acusados de ruidos molestos.