Comprar un auto usado tiene algunas ventajas, pero también debes fijarte bien en los detalles para que no termines estafado.
No siempre es tan fácil detectar algunos fallos, pues los mismos vendedores los ocultan con tal de vender más caro.
Estas son algunas de las formas en las que los estafadores ocultan fallos, dichas por ellos mismos.
CUBRIR LOS TESTIGOS
Si hay algo que está programado para que falle lo menos posible, son los testigos. Esto es porque no importa qué tan bien o mal esté tu auto, si un testigo se prende es porque algo le ocurre. Por ello, lo que hacen es quitar la luz del testigo, aunque no siempre es fácil. Si no lo logran, pintan o cubren el tablero con cinta. Sí, muchos no nos damos cuenta.
ACEITE MÁS VISCOSO PARA OCULTAR RUIDOS DEL MOTOR
Algunos vendedores suelen poner los aceites con mayor viscosidad de la recomendada, llegan a modificarlo o poner aditivos, de esta forma disminuyen ruidos en el motor. Sin embargo, esto es peligroso, pues el motor puede no estar lubricándose correctamente.
ESCONDER RUIDOS EN LA CAJA DE CAMBIOS
Sonidos extraños que no deberían de estar en la caja o incluso fallas en el engranaje pueden ser ocultados mediante preparaciones y aditivos que disminuyan la fricción momentáneamente. Que funcionan como una especie de aspirina, quitan el síntoma… pero no curan la enfermedad.
PRODUCTOS QUÍMICOS PARA TAPAR FUGAS
Algunas fugas del radiador, en ocasiones, son cubiertas con productos químicos que se introducen en el circuito de refrigeración. Estos actúan de forma que la fuga se detiene; lamentablemente, también puede obstruir la circulación del líquido refrigerante y sí es peligroso.
PINTURA EN GOLPES
Sí, es uno de los más comunes y aún así, a veces es difícil darse cuenta. Muchos vendedores aplican una cantidad mínima de barniz para ocultar rayones o pintura que se haya botado. Ver a la luz del sol es una forma de notar la diferencia en los tonos de la pintura. Procura revisar en lugares en donde los golpes son comunes como fascias y salpicaderas.
Ahora que lo sabes, es prudente que revises bien ciertos detalles que muchas veces por la prisa, no es posible verificar en un primer momento. No se trata de desconfiar, pero sí de ser muy minucioso a la hora de buscar un auto de segunda mano.
Excélsior